Salida/llegada: Totana
Distancia: 44.75 km.
Desnivel +: 1.075 metros
Tiempo: 4.45 horas
Altura mínima: 245 metros
Altura máxima: 965 metros
Indice IBP: 97
Dificultad: No presenta más dificultad que las propias de las características del terreno.
Interés de la ruta
Esta ruta discurre por el suroeste del Parque Natural de Sierra Espuña, situado en el corazón de la Región de Murcia y a poco más de una treintena de kilómetros de la capital.
Recorrido que se efectúa en su mayor parte por caminos de herradura, algo de pistas y hasta el propio lecho de las ramblas.
Las poblaciones de Totana y Aledo; esta última declarada Bien de Interés Cultural.
Pasaremos junto al santuario de Santa Eulalia, patrona de Totana. Edificio del siglo XVI con las paredes cubiertas de pinturas que datan de 1624, y hacen alusión a la vida de la Santa. Forma parte de un encantador entorno en plena naturaleza, en el que disponemos de restaurante y hotel; otro magnifico lugar para comenzar nuestra ruta.
Junto a Aledo está el estrecho de la Arboleja, maravilla geológica que forma un cañón de más de 500 metros y estrechas paredes rebosantes de humedad.
Nos queda por mencionar, entre otros, El yacimiento arqueológico de La Bastida, uno de los más importantes de Europa de la Edad del Bronce, fundamental para conocer cultura argárica.
Asistentes:
Matías, Ángel, Jesús, Juan Bautista, Antonio y un servidor; Mariano Vicente.
Crónica
Aún no son las ocho y Ángel me espera a la puerta de su casa. Cuando llego esta encaramado a un taburete del bar el Paraíso tomando un humeante café. La mañana es fresca pero no hace frío. Colgamos las bicicletas sobre un maravilloso artilugio de la marca Thule que va colocado sobre la bola de remolque, sencillo, práctico y fácil de guardar. Emprendemos la marcha hacia Totana dónde nos espera Juan Bautista, no sin antes pasar por el Rollo, dónde igualmente nos esperan Matías, Jesulen y Antonio. Sobre las ocho cuarenta y cinco estamos tomando unos belmontes en el bar Los Morenos, dónde comeremos a la vuelta.
Ya sobre las bicicletas comenzamos a callejear hasta salir de Totana, que reúne en sus barrios a Sevilla -de la rambla de la Santa hacia el oeste- y a Triana -que se sitúa desde esta hacia este- buscando nuestro primer punto de referencia; la Casa Forestal del Mortí. Seguimos por el camino de los Algarrobos que sube junto a la rambla de los Arcos, bajo el Morrón Largo. La subida y este incipiente sol mañanero, nos va calentando. El camino, cruza la rambla para seguir la solana del Morrón Redondo hasta el collado de las Chaparras. Ya tenemos unas estupendas vistas. En primer lugar; la casa y tierras del Algarrobo, sombreada por el cabezo La Almoloya; al fondo; gran parte del valle del Guadalentín. Más lejos; Carrascoy, recortándose bajo los primeros rayos de la mañana. Y más allá, difuminadas bajo un horizonte neblinoso, las sierras del litoral. Hacia el oeste; las cumbres nevadas de la Sierra de María.
Abandonamos aquí el camino por una senda; que al principio, baja hacia la rambla de la Sisquilla; la cruza y recorre la solana del Campix. En este tramo, confortados por el calor de este incipiente sol invernal, seguimos disfrutando de unas inmejorables vistas del valle del Guadalentín hasta que nuestra atención se centra, casi en exclusiva, en superar las numerosas revueltas de un zigzag que nos lleva, bajo la Pared Negra, hasta el camino del Campix, que tomaremos hacia la izquierda.
Pasada la rambla de los Arcos abandonamos el camino por una senda que se dirige, por el barranco del Roblecillo, a la cabecera de la rambla de la Santa. Camino de herradura en el que gime la suspensión como gato en celo, comprimida, una y otra vez, por el pedregal en que se ha convertido. La tensión; máxima, para evitar la posible caída al barranco. La subida, la piedra suelta, la estrechura del camino y la umbría, no nos lo ponen fácil.
Junto a la cabecera de la rambla alcanzamos el punto álgido de la ruta. A partir de aquí, la mayor parte será en bajada. Al principio, la seguiremos hasta el Abrevadero de las Yeguas, cerca de la casa de los Molejones. Para dirigimos después hacia la casa de las Tenganeras y cruzar el barranco de Ballesteros. Continuar después, por la solana del Cabezo del Campanario hacia la cañada del Agua y las Alquerías, bajando junto a la rambla del Río pasamos por Las Canales y Patalache. Tras una vertiginosa bajada vadeamos la rambla de los Molinos, para comenzar una fuerte subida, que por suerte solo durará un centenar de metros, hasta alcanzar una preciosas vistas de la población de Aledo.
Primero el camino de la Tirieza, después la propia rambla de los Molinos y sin solución de continuidad la Santa, alcanzando el Cañico por donde entramos en Totana. Cinco horas de disfrutar en este Parque Natural de Sierra Espuña, corazón de nuestra región y donde Juan Bautista se define como un magnifico guía, mesurado y conocedor de nuestras limitaciones, nos fuerza lo justo para hacer, atractiva y emocionante a partes iguales, esta estupenda ruta. Alrededor de 45 kilómetros y poco más de mil metros de desnivel acumulado, serán suficientes para descubrir y disfrutar del suroeste de Sierra Espuña.
La segunda parte del recorrido discurre entre ensaladas, platos de jibia, de calamares, cazuelitas de gambas... y una estupenda paella de marisco, todo bien regado y en inmejorable compañía. Se puede pedir algo más...
Mariano Vicente 24 de enero de 2015.